ARTROSIS

Qué es la artrosis

La artrosis es una enfermedad articular degenerativa que afecta a tanto a nuestros huesos como a nuestros cartílagos y tejidos blandos de la articulación. Normalmente, se produce en cadera, rodillas y manos. Aunque, con menor frecuencia, también podemos encontrarla en pies, columna vertebral y el resto de las articulaciones de nuestro cuerpo. Esta patología produce dolor y afecta directamente a la movilidad y autonomía de la persona que la sufre, ya que esta dolencia va impidiendo de forma progresiva la función de la articulación.

La artrosis, aunque se relaciona directamente con personas de edad avanzada, afecta también a otros grupos como las mujeres postmenopáusicas, deportistas de alta intensidad o incluso jóvenes.

Síntomas

Esta enfermedad produce dolor, que quizá es el síntoma más reconocible y característico. No obstante, se trata de un dolor progresivo y dilatado en el tiempo.
En un primer estadio, el dolor se asocia al movimiento y al esfuerzo al que sometemos la articulación, aunque cesa con descanso.
En un segundo estadio, este dolor es más intenso y continuado y se relaciona con la práctica constante. Este malestar progresivo podría incluso traducirse en una incapacidad progresiva de la función articular, conllevando a largo plazo la pérdida de la movilidad.

Asimismo, y conforme avanza la enfermedad, pueden producirse deformaciones de los huesos y contracturas musculares que agravan el dolor, además de una posible atrofia de los músculos que rodean las articulaciones.

Factores de riesgo

La aparición de artrosis está ligado a factores genéticos -sobre los que no podemos actuar- y ambientales, sobre los que sí como son: hábitos de vida, práctica deportiva, tipo de trabajo, entre otros.

Esta patología, sin embargo, se asocia de forma errónea a las personas de edad avanzada, aunque, cada vez más, vemos que afecta a personas de diferente sexo y edad, con necesidades diferentes, que no encuentran respuesta a su dolencia más allá del enfoque general.


Si tuviéramos que retratar el perfil del enfermo de artrosis en España, sería una persona de unos 68 años de edad media con obesidad, lo que favorece, además, otras patologías como las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión cardiovascular, ansiedad o depresión.

La artrosis es más prevalente en los hombres por debajo de los 45 años y en las mujeres, suele aparecer a partir de los 55 años. En los hombres, esta patología afecta más a la articulación de la cadera, en mujeres, la encontramos principalmente en manos y rodilla.


No obstante, la artrosis también se da en otros grupos de riesgo.

Mayores

Según datos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, más del 70% de los mayores de 50 años tiene indicios de artrosis en alguna localización y el 100% a partir de los 75 años. La edad es un factor de riesgo que influye directamente en la aparición de esta enfermedad, por ello, es fundamental adoptar un hábito de vida que incluya medidas de prevención a fin de lograr un envejecimiento saludable y una buena salud articular.

Mujeres

La población femenina, con especial foco en aquellas que superan los 45 años o se encuentran en la postmenopausia, son otro grupo de riesgo de esta enfermedad. Se observa que la artrosis de rodilla afecta a mujeres mayores de los 55 años. Según datos de la Asociación española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) el 80% de las mujeres con menopausia sufre algún dolor articular y, de ellas, el 50% lo reconoce como intenso. Este dolor se debe al descenso de estrógenos que se produce después de la menopausia, lo que favorece la prevalencia de la enfermedad. Aunque la falta de estrógenos afecta principalmente a la articulación de la rodilla, las localizaciones más afectadas en este colectivo son las manos, las rodillas, las caderas, la columna vertebral.

Deportistas

La práctica de ejercicio moderado es beneficioso y aconsejable para el buen mantenimiento de nuestras articulaciones. Una musculatura fuerte ayuda a descargar las articulaciones, ayuda a amortiguar los golpes y ayuda a proteger de lesiones en ligamentos y tendones. Sin embargo, cuando la disciplina deportiva se realiza a muy alta intensidad puede causar un desgaste prematuro de las articulaciones. Por ello, es aconsejable en este colectivo, un seguimiento exhaustivo de las mismas.

Adolescentes

La protección de las articulaciones debería empezar desde la infancia aplicando hábitos de vida saludables que puedan evitar dolencias en el futuro. Sin embargo, cada vez más nos encontramos con un mayor número de niños y adolescentes con obesidad, uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de la artrosis. Es importante concienciar acerca de esta realidad para que los niños de hoy se conviertan en mayores sanos de mañana.

Artrosis en cifras

La artrosis afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo, convirtiéndose, además, en la primera causa de incapacidad permanente y la tercera de incapacidad laboral temporal. En España, esta enfermedad afecta a 7 millones de personas, con el consecuente coste social, emocional y económico que conlleva.

A pesar de que esta patología acaba produciendo una pérdida de autonomía y movilidad de las personas que la padecen, la artrosis se percibe como una enfermedad lejana y asociada a la vejez. Sin embargo, se trata de una patología que no solo afecta a las personas de edad avanzada, también la encontramos en mujeres postmenopáusicas, deportistas de élite e incluso jóvenes.

Actualmente, la artrosis de rodilla y cadera ejerce una presión económica en el sistema sanitario español de 4.738 millones de euros al año. Sin embargo, la artrosis sigue siendo una enfermedad desconocida para la mayoría de la población.

Prevención

La principal acción preventiva es el conocimiento, ya que es la única manera de conocer la enfermedad y cómo actuar para prevenirla o mejorar la calidad de vida en caso de padecerla.
Pero, además de la información, está en nuestra mano controlar ciertos factores que favorecen la aparición de esta patología:

Peso

La obesidad es uno de los factores que incluye en la aparición de esta enfermedad. Por ello, es aconsejable mantener un peso saludable y realizar una dieta sana y equilibrada que nos permita mantener una buena salud articular.

Actividad deportiva:

Practicar deporte de forma moderada es bueno para nuestras articulaciones, ya que favorece una musculatura fuerte que nos protege de lesiones en tendones, ligamentos y articulaciones. No obstante, a la hora de practicar deporte es fundamental prestar atención a algunos aspectos:

Cuidado con el terreno: Estar muchas horas de pie o caminar por terrenos irregulares favorece la aparición de lesiones articulares que a largo plazo pueden traducirse en artrosis.

Pon atención al calzado: el calzado de suela gruesa y prácticamente plano estabiliza nuestros pasos.


Cuidado con las cargas muy pesadas y los movimientos repetitivos: algunos ejercicios intensos con cargas muy pesadas favorecen la aparición de artrosis.

Descanso

Descansar es fundamental para controlar el dolor de los brotes inflamatorios. El descanso favorece la desinflamación e incide en el cuidado de la salud articular.

Tratamiento

El objetivo último del tratamiento es reducir el dolor, la inflamación y la discapacidad de la persona que la padece al retrasar el desgaste del cartílago y la progresión de la enfermedad.
El tratamiento puede afrontarse desde la prevención a través de medidas no farmacológicas y también con medidas farmacológicas, quirúrgicas y rehabilitadoras.
Otras entidades como nosotros también ofrecen información de interés sobre patologías óseas.

Otras entidades como nosotros también ofrecen información de interés sobre patologías óseas.

FHOEMO

(Fundación Hispana de Osteoporosis y enfermedades metabólicas óseas)

POP

(Plataforma de Organizaciones de Pacientes)

FEP

(Foro Español de Pacientes)

OAFI

(Osteoarthritis foundation international)

IOF

(International osteoporosis foundation)

IAPO

(Patients organizations)

AGP

(Alianza general de pacientes)