El pasado martes, nuestro presidente, el Dr. Josep Vergés compareció en la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado para hablar de la artrosis y la osteoporosis.
En su ponencia titulada «Artrosis y osteoporosis: un tsunami que debemos frenar» Vergés señala que la artrosis es una enfermedad reumática articular inflamatoria que afecta al cartílago, hueso subcondral y tejidos blandos de la articulación y con una incidencia en España de 7 millones de personas.
Durante su intervención, Vergés reveló los resultados de la investigación: «Encuesta sobre la Calidad de Vida de los Pacientes con Artrosis en España (CAVIPA)» realizada desde la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), de la que también es presidente. Dicha investigación concluye que los pacientes sufren un retraso en el diagnóstico con un promedio de tres años, en tanto que, el 94% padece alguna comorbilidad, siendo las más comunes la depresión y la ansiedad (38%).
Además del elevado coste emocional y físico de las personas que padecen esta enfermedad, también mencionó el coste económico para el sistema nacional de salud. Y es que, según datos de OAFI, la artrosis supone un coste de 4.800 millones de euros en España, por lo que, para nuestro presidente, «es necesario promover un cambio que pase por escuchar y dar voz a los pacientes, mejorar la seguridad, la calidad de la atención y la información y comunicación; corresponsabilizar a los pacientes e incrementar su participación en decisiones terapéuticas. En definitiva debemos poner al paciente en el centro de su enfermedad».
En este contexto nade el Modelo ARTRO 360º, una propuesta de un nuevo modelo asistencial para las personas con artrosis y osteoporosis, que cuenta con el apoyo de SEMERGEN, SEMG, SemFYC, SETRADE, SER, SEFAC, la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona y el apoyo metodológico de la SECA.
Este modelo se basa en seis principios fundamentales: el primero dar voz al paciente a través de asociaciones como OAFI o AECOSAR. En segundo lugar, permitir la participación del paciente en el cuidado de su salud y en la toma de decisiones que le afectan. El tercer principio se asienta en la necesidad de reducir el tiempo de espera para el diagnóstico. El cuarto, por su parte, pasa por tomar medidas farmacológicas y no farmacológicas para desacelerar la progresión de la osteoartrosis y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Por último, tener muy en cuenta las comorbilidades desde el punto farmacológico y tener una mayor sensibilidad y comprensión.
«Empoderar a los pacientes con artrosis en el marco de su enfermedad podría asegurar unos resultados más efectivos, lo que mejoraría la calidad de vida del paciente y ahorraría al sistema de salud nacional más de 100 millones de euros», ha subrayado el Dr. Vergés.